De la AVP al CNP
Por: Omar Pérez
(Extracto tomado de la Revista EL PERIODISTA Nº 113)
Historia de una hermosa y unitaria gesta de los periodistas venezolanos, quienes sin discriminaciones de ningún género lucharon por una Ley de ejercicio de la profesión que se ha ido desdibujando en el tiempo.
A los 29 años (ahora se cumplen 30) de haber tomado posesión la primera directiva del Colegio Nacional de Periodistas -30 de junio de 1976- un año después de haber sido promulgado el Reglamento de la Ley, por el Presidente Carlos Andrés Pérez en un acto en el que estuvo acompañado por los doctores Guido Grooscors, Ministro de Estado para la Información; Luís Manuel Peñalver, Ministro de Educación; Antonio Leidenz, Ministro del Trabajo y Efraín Schact Aristeguieta; Secretario General de la Presidencia.
MARCHAS Y ESTANCAMIENTO
La lucha por la colegiación fue ardua, difícil, pero igualmente hermosa, ejemplar, pues la participación del gremio fue total. No hubo discriminación de ninguna naturaleza. Los afiliados a la Asociación Venezolana de Periodistas, matriz de la institución, marcharon una y otra vez con los miembros de la Onaped (Organización Nacional de Periodistas) que presidía Luís Felipe Vellorí y que exhibía como méritos no formar parte de ninguna organización partidista y estar integrada por un gran número de trabajadores autodidactas.
Para entonces, en la AVP cerraban filas periodistas que adquirieron sólida cultura en el diario trajín reporteril, en la lectura sistemática de grandes autores y en las numerosas hornadas egresadas de las diversas escuelas universitarias que habían incluido en sus pensa la comunicación social.
El objetivo fundamental era darle al ejercicio periodístico un instrumento que garantizara la libertad de expresión, no en el sentido clásico de manifestar a través de cualquier medio una opinión que no estuviese sujeta a ningún tipo de limitación, porque eso venía ya dado en la Constitución, sino en el procurar que los redactores y reporteros participaran en la orientación del vehículo informativo al cual prestaban servicio, en el entendido que no solo fuese veraz y oportuna la noticia ofrecida, sino que orientase a la colectividad a la cual servía el periódico, la radio o la TV. Pero al mismo tiempo se procuraba ofrecerle a los estudiantes que escogiesen la comunicación social como profesión, la estabilidad en su trabajo y una remuneración justa, como corresponde a un trabajo intelectual que demanda muchas horas de trabajo contínuo y que estaba muy mal remunerado.
Había así mismo la necesidad de llenar un vacío que se prestaba a que diversas empresas, sobre todo editoriales, contratasen personal extranjero que por oleadas estaba llegando al país, aventado por las difíciles condiciones políticas y económicas que se vivía en diversos países de la región, muchos de los cuales ofrecían sus servicios por la mitad y hasta por menos sueldo de cuantos devengaban los nativos.
Había pues circunstancias políticas –las más importantes- económicas y hasta éticas que demandaban una inmediata colegiación del inmenso universo de comunicadores que vivían en circunstancias estrechas, mientras los grupos empresariales, no solo obtenían enormes beneficios, sino que limitaban, por decir lo menos, el ejercicio periodístico, omitiendo publicaciones cuando molestaban a los anunciantes, silenciando a los dirigentes políticos cuyos puntos de vista diferían de la línea editorial o, que denunciaban dichas debilidades.
UN ALDABONAZO
El 4 de agosto de 1972, el Senado de la República sancionó el proyecto de ley de ejercicio del periodismo y si bien es verdad que le puso sordina a muchos de los artículos propuestos, modificó otros que darían lugar posteriormente a una serie de vicios que permitieron burlar su ejercicio, el universo gremial lo aceptó como un paso auspicioso. Y el 23 de ese mismo mes y año, el Presidente Rafael Caldera, en un acto solemne que se realizó en el Salón Boyacá del Palacio de Miraflores… le puso el Ejecútese a la Ley.
Los miembros de la AVP, en forma masiva, renovaron la lucha. Faltaba el Reglamento de la Ley. Sus movilizaciones y reuniones a todos los niveles, concluyeron en la formación de una amplia Comisión que tendría por objetivo específico la organización del CNP. La primera de esa reuniones se realizó en el salón de sesiones del Consejo de la Escuela de Comunicación Social de la UCV, el 23 de noviembre de 1972. La constituyeron Alberto Ancízar Mendoza, Carlos Jaén, Jesús Márquez, José Colombani, Efrén Sojo, Gustavo Aguirre y Héctor Mujica. (…)
Esa Comisión asumió posteriormente las funciones de Comisión Electoral y entre sus atribuciones inmediatas distribuyó las planillas para solicitar el ingreso al CNP por venir. Periodistas de todas las tendencias acudieron al llamado hecho el 23 de junio de 1973 a inscribirse en lo que sería el máximo organismo del gremio. Y hubo una pausa frustrante de casi dos años en el curso de los cuales el proyecto de Reglamento de la Ley estuvo de escritorio en escritorio en las Cámaras Legislativas. Había como una especie de temor reverencial a darle curso. Varios directores de medios, que igualmente formaban parte del Congreso (Nacional) habían hecho una serie de objeciones, advertencias, señalamientos sobre varios artículos que según ellos, dificultarían el trabajo periodístico. Daban largas para seguir en lo mismo. Nuevas manifestaciones de los reporteros, redactores, camarógrafos, se lanzaron a las calles de Caracas reclamando el instrumento.
Finalmente, Carlos Andrés Pérez, desde la presidencia, actuó como mediador y facilitó las cosas, de tal manera que el 27 de junio de 1975, como homenaje a los trabajadores de los medios en su día, promulgó el Reglamento de la Ley. Fue igualmente un acto solemne y cordial realizado en Miraflores.
La Comisión Electoral Nacional integrada por Alberto Ancízar Mendoza, Carlos Jaén, José Colombani, José Guillermo Alterio, Luís Guevara Manosalva, Manuel Isidro Molina, Gustavo Aguirre, Efrén Sojo y Jesús Márquez, convocó el 18 de junio de 1976 al proceso para elegir a los miembros de la Junta Directiva y a las correspondientes Directivas Seccionales del Distrito Federal, los veinte Estados de la República y las seccionales del El Tigre, Puerto Ordaz y Punto Fijo. (…) Participaron cuatro planchas … y en razón del resultado numérico la primera Directiva Nacional del Colegio Nacional de Periodistas, quedó integrada de la siguiente manera: Presidente, Héctor Mujica; vicepresidente, Omar Pérez; Secretario General, Eleazar Díaz Rangel; Secretario de Organización, Rubén Chaparro Rojas; Guillermo Pantin, Secretario de Finanzas; y las demás secretarías fueron cubiertas por Pedro Manuel Vásquez, Aquiles Márquez, Rigoberto Trujillo, Eloy Porras, Héctor Stredel y Teresa de Entrena.
El Tribunal Disciplinario lo constituyeron Manuel Vicente Magallanes, Presidente; Analuisa Llovera, Guillermo Alvarez Bajares, Luís Montagne, José Ratto Ciarlo, Raúl Agudo Freites y Rafael Angel Gómez.
La primera Directiva Distrital (Caracas) tomó posesión el 26 de junio de 1976. Estuvo integrada por: Gilberto Alcalá en la Presidencia (Secretaría General), Pedro Francisco lizardo, Secretario de Organización; Ciro Quintero, Secretario de Finanzas. Eduardo Orozco, Franklin Whaite, Carlos Lezama, Martín Pacheco, Horacio Márquez y Pedro Estacio, ocuparon las otras secretarías. Pascual Venegas Filardo y Rafael Calderón encabezaron el Tribunal Disciplinario Seccional.
La primera Directiva del Colegio Nacional de Periodistas tomó posesión en un acto que rebasó la capacidad del auditorio de la institución, el 30 de junio de 1976.
Empezaba la historia contemporánea del periodismo en Venezuela.
Por: Omar Pérez
(Extracto tomado de la Revista EL PERIODISTA Nº 113)
Historia de una hermosa y unitaria gesta de los periodistas venezolanos, quienes sin discriminaciones de ningún género lucharon por una Ley de ejercicio de la profesión que se ha ido desdibujando en el tiempo.
A los 29 años (ahora se cumplen 30) de haber tomado posesión la primera directiva del Colegio Nacional de Periodistas -30 de junio de 1976- un año después de haber sido promulgado el Reglamento de la Ley, por el Presidente Carlos Andrés Pérez en un acto en el que estuvo acompañado por los doctores Guido Grooscors, Ministro de Estado para la Información; Luís Manuel Peñalver, Ministro de Educación; Antonio Leidenz, Ministro del Trabajo y Efraín Schact Aristeguieta; Secretario General de la Presidencia.
MARCHAS Y ESTANCAMIENTO
La lucha por la colegiación fue ardua, difícil, pero igualmente hermosa, ejemplar, pues la participación del gremio fue total. No hubo discriminación de ninguna naturaleza. Los afiliados a la Asociación Venezolana de Periodistas, matriz de la institución, marcharon una y otra vez con los miembros de la Onaped (Organización Nacional de Periodistas) que presidía Luís Felipe Vellorí y que exhibía como méritos no formar parte de ninguna organización partidista y estar integrada por un gran número de trabajadores autodidactas.
Para entonces, en la AVP cerraban filas periodistas que adquirieron sólida cultura en el diario trajín reporteril, en la lectura sistemática de grandes autores y en las numerosas hornadas egresadas de las diversas escuelas universitarias que habían incluido en sus pensa la comunicación social.
El objetivo fundamental era darle al ejercicio periodístico un instrumento que garantizara la libertad de expresión, no en el sentido clásico de manifestar a través de cualquier medio una opinión que no estuviese sujeta a ningún tipo de limitación, porque eso venía ya dado en la Constitución, sino en el procurar que los redactores y reporteros participaran en la orientación del vehículo informativo al cual prestaban servicio, en el entendido que no solo fuese veraz y oportuna la noticia ofrecida, sino que orientase a la colectividad a la cual servía el periódico, la radio o la TV. Pero al mismo tiempo se procuraba ofrecerle a los estudiantes que escogiesen la comunicación social como profesión, la estabilidad en su trabajo y una remuneración justa, como corresponde a un trabajo intelectual que demanda muchas horas de trabajo contínuo y que estaba muy mal remunerado.
Había así mismo la necesidad de llenar un vacío que se prestaba a que diversas empresas, sobre todo editoriales, contratasen personal extranjero que por oleadas estaba llegando al país, aventado por las difíciles condiciones políticas y económicas que se vivía en diversos países de la región, muchos de los cuales ofrecían sus servicios por la mitad y hasta por menos sueldo de cuantos devengaban los nativos.
Había pues circunstancias políticas –las más importantes- económicas y hasta éticas que demandaban una inmediata colegiación del inmenso universo de comunicadores que vivían en circunstancias estrechas, mientras los grupos empresariales, no solo obtenían enormes beneficios, sino que limitaban, por decir lo menos, el ejercicio periodístico, omitiendo publicaciones cuando molestaban a los anunciantes, silenciando a los dirigentes políticos cuyos puntos de vista diferían de la línea editorial o, que denunciaban dichas debilidades.
UN ALDABONAZO
El 4 de agosto de 1972, el Senado de la República sancionó el proyecto de ley de ejercicio del periodismo y si bien es verdad que le puso sordina a muchos de los artículos propuestos, modificó otros que darían lugar posteriormente a una serie de vicios que permitieron burlar su ejercicio, el universo gremial lo aceptó como un paso auspicioso. Y el 23 de ese mismo mes y año, el Presidente Rafael Caldera, en un acto solemne que se realizó en el Salón Boyacá del Palacio de Miraflores… le puso el Ejecútese a la Ley.
Los miembros de la AVP, en forma masiva, renovaron la lucha. Faltaba el Reglamento de la Ley. Sus movilizaciones y reuniones a todos los niveles, concluyeron en la formación de una amplia Comisión que tendría por objetivo específico la organización del CNP. La primera de esa reuniones se realizó en el salón de sesiones del Consejo de la Escuela de Comunicación Social de la UCV, el 23 de noviembre de 1972. La constituyeron Alberto Ancízar Mendoza, Carlos Jaén, Jesús Márquez, José Colombani, Efrén Sojo, Gustavo Aguirre y Héctor Mujica. (…)
Esa Comisión asumió posteriormente las funciones de Comisión Electoral y entre sus atribuciones inmediatas distribuyó las planillas para solicitar el ingreso al CNP por venir. Periodistas de todas las tendencias acudieron al llamado hecho el 23 de junio de 1973 a inscribirse en lo que sería el máximo organismo del gremio. Y hubo una pausa frustrante de casi dos años en el curso de los cuales el proyecto de Reglamento de la Ley estuvo de escritorio en escritorio en las Cámaras Legislativas. Había como una especie de temor reverencial a darle curso. Varios directores de medios, que igualmente formaban parte del Congreso (Nacional) habían hecho una serie de objeciones, advertencias, señalamientos sobre varios artículos que según ellos, dificultarían el trabajo periodístico. Daban largas para seguir en lo mismo. Nuevas manifestaciones de los reporteros, redactores, camarógrafos, se lanzaron a las calles de Caracas reclamando el instrumento.
Finalmente, Carlos Andrés Pérez, desde la presidencia, actuó como mediador y facilitó las cosas, de tal manera que el 27 de junio de 1975, como homenaje a los trabajadores de los medios en su día, promulgó el Reglamento de la Ley. Fue igualmente un acto solemne y cordial realizado en Miraflores.
La Comisión Electoral Nacional integrada por Alberto Ancízar Mendoza, Carlos Jaén, José Colombani, José Guillermo Alterio, Luís Guevara Manosalva, Manuel Isidro Molina, Gustavo Aguirre, Efrén Sojo y Jesús Márquez, convocó el 18 de junio de 1976 al proceso para elegir a los miembros de la Junta Directiva y a las correspondientes Directivas Seccionales del Distrito Federal, los veinte Estados de la República y las seccionales del El Tigre, Puerto Ordaz y Punto Fijo. (…) Participaron cuatro planchas … y en razón del resultado numérico la primera Directiva Nacional del Colegio Nacional de Periodistas, quedó integrada de la siguiente manera: Presidente, Héctor Mujica; vicepresidente, Omar Pérez; Secretario General, Eleazar Díaz Rangel; Secretario de Organización, Rubén Chaparro Rojas; Guillermo Pantin, Secretario de Finanzas; y las demás secretarías fueron cubiertas por Pedro Manuel Vásquez, Aquiles Márquez, Rigoberto Trujillo, Eloy Porras, Héctor Stredel y Teresa de Entrena.
El Tribunal Disciplinario lo constituyeron Manuel Vicente Magallanes, Presidente; Analuisa Llovera, Guillermo Alvarez Bajares, Luís Montagne, José Ratto Ciarlo, Raúl Agudo Freites y Rafael Angel Gómez.
La primera Directiva Distrital (Caracas) tomó posesión el 26 de junio de 1976. Estuvo integrada por: Gilberto Alcalá en la Presidencia (Secretaría General), Pedro Francisco lizardo, Secretario de Organización; Ciro Quintero, Secretario de Finanzas. Eduardo Orozco, Franklin Whaite, Carlos Lezama, Martín Pacheco, Horacio Márquez y Pedro Estacio, ocuparon las otras secretarías. Pascual Venegas Filardo y Rafael Calderón encabezaron el Tribunal Disciplinario Seccional.
La primera Directiva del Colegio Nacional de Periodistas tomó posesión en un acto que rebasó la capacidad del auditorio de la institución, el 30 de junio de 1976.
Empezaba la historia contemporánea del periodismo en Venezuela.
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